Sunday, April 25, 2010

Gracias a todas.

Siempre he pensado que la palabra GRACIAS tiene un poder inmenso. Desde darle las gracias a alguien que hizo algo gigantezco por ti hasta a la persona que viene a limpiarte el escritorio.

Aunque nunca hubo necesidad de que mi abuelita me aplicara el "¿cómo se dice?", aprendí a decir "GRACIAS".

Así pues...

Gracias a la niña que, cuando teníamos 9 años, secuestró mis comics para que le diera un beso de piquito. (Nunca los recuperé)

Gracias a esa niña en la primara, de 13 años, que me gustaba a los 12: ésa que era gimnasta; cualidad que, sin saber bien porqué, le daba ese "algo" interesante; a la que le gustaban los chavos más grandes, que nunca me peló y que se convirtió en mi primer... algo.

Gracias a la jarochita de la secundaria que, de alguna manera, compartía la misma cualidad que la niña de la primaria (No me refiero a la gimnasia, sino a la correcta formación de atributos que la práctica deportiva conlleva) y que también compartía el gusto por los más grandes.

Gracias a la niña de 3ero que me ponía nervioso cuando me hablaba y me abrazaba. Ésa que yo pensaba me tomaba a broma y que, el día de su despedida me dijo que sí quería algo conmigo "aunque estuviera chiquito".

Gracias a la que fue novia de mi mejor amigo, ésa a quien conocí tan bien, ésa con quien hubo un vínculo profundo y veloz y por quien casi me rompen la cara en la que se quedó con las ganas de ser una batalla en el callejón de los madrazos y quien se convirtió en referente de lo que buscaría a partir de ese momento.

Gracias a la rocker de 1ero de prepa, esa chaparrita divertidísima que se convirtió al final en una gran amiga.

Gracias a mi primera novia, aquella que me trató de convertir en Testigo de Jehová para poder andar "bien". Gracias porque no lo logró.

Gracias a mi tocaya, porque intentamos ser clavos, el uno del otro, para darnos cuenta de que era mejor ser amigos.

Gracias a la niña popular y suuuuper sangrona que me gustaba en 6to y a quien le dio miedo aventarse al ruedo. Gracias por haberte muerto de pena cuando te vi en la recepción de Televisa... un poquito menos popular que antes.

Gracias a mi segunda novia, la chica sexy que "le bajé" a otro... y que me puso el cuerno el día de mi graduación de prepa. Gracias por enseñarme el significado de dos dicharachos: "el que a hierro mata..." y "como el perro de las dos tortas".

Gracias a mi alumna psycho que me stalkereaba y me mandaba cartitas; que amenazaba a mis otras alumnas y que, de no ser por su trastorno bipolar, no estaba de malos bigotes.

Gracias a mi alumna groupie que presumió por toda la escuela que "ya andaba con el profe de inglés"... aunque fuera por 2 semanas.

Gracias la novia de la universidad por haberme echado tantas porras en la escuela, por haberme dado mis palmadas en la espalda y por haber compartido cosas TAN fuertes; gracias por taaaaaantos pleitos, por tantos berrinches y tantas rupturas y regresos. Creo que me preparaste muy bien para la vida y las relaciones adultas. Muchas gracias.

Gracias a mi segunda novia-alumna, por haber sido tan insistente y persistente; perdón por haberte roto el corazón a través de la franqueza.

Gracias a la que se fue con el italiano, a la que nunca se atrevió a ser feliz, a la que me rebasaba con tacones, a la que se fue, a la vegetariana, a la del nombre raro, a la del nombre que no recuerdo, a las del momento, a las que pasaron de noche.

GRACIAS A TODAS POR HABER SIDO PÁGINAS PASADAS DEL LIBRO DE MI VIDA; GRACIAS POR HABERME LASTIMADO, ALEGRADO, ENGAÑADO, APOYADO, ENSEÑADO, PUESTO EL CUERNO, ESCRITO, DIBUJADO, STALKEREADO, DISTRAIDO, ...

GRACIAS PORQUE TUVIERON SU MOMENTO Y SU RAZÓN DE HABER ESTADO CONMIGO. VIVÍ MUCHO CON USTEDES Y SERÍA UN NECIO SI PENSARA QUE DARLES DELETE CAMBIARÍA MI VIDA.

ME DEJARON LISTO PARA SER FELIZ.

Por todo eso, muchísimas gracias.
Buena vida, señoritas. Donde quiera y con quien quiera que estén.

1 comment:

Unknown said...

Clap, clap, clap.

No cabe duda que cada persona que conocemos tiene un propósito para nuestras vidas.

Me alegra verte tan feliz, espero que esos dos años apenas sean el inicio.

Abrazo.